La soledad de Montse Tomé, la nueva seleccionadora nacional de fútbol femenino
Montse Tomé, la primera seleccionadora nacional del fútbol femenino en España, se encuentra en una situación solitaria y desafiante. A pesar de haber alcanzado el más alto puesto al que todo entrenador aspira, Tomé se enfrenta a la dificultad de no tener jugadoras seleccionables, al menos no a 21 de las 23 jugadoras que hace menos de un mes ganaron el Campeonato del Mundo.
Tomé tiene dos partidos de clasificación para la Nations League a punto de llegar, pero aún no sabe si podrá convocar al grueso del equipo que logró el mayor triunfo futbolístico femenino en España. No parece apropiado iniciar una relación con las jugadoras con un comunicado en lugar de una comunicación directa.
El nombramiento de Tomé demuestra que la Real Federación Española de Fútbol nunca se ha tomado en serio el fútbol femenino. A pesar de haber sorprendido a la Federación con un campeonato mundial, el nombramiento de Tomé parece más un movimiento cosmético y circunstancial, sin tener en cuenta su escaso currículum y experiencia como entrenadora.
La soledad de Tomé refleja las lacras estructurales del fútbol femenino donde las dificultades se explican sin profundizar en los razonamientos. Es hora de que el fútbol evolucione y deje de justificarse con frases vacías como «el fútbol es así».
La falta de apoyo y aprecio por parte de la Federación hacia el fútbol femenino también se ve reflejada en la falta de compromiso de las jugadoras con la figura de la seleccionadora. En contraste con los éxitos de los seleccionados masculinos, donde los jugadores se unen en torno al técnico, Tomé parece estar caminando sola, sin la compañía y respaldo del equipo.
Esperemos que la situación cambie y Montse Tomé, la seleccionadora nacional de fútbol femenino, encuentre el apoyo y las jugadoras que necesita para llevar adelante su labor.
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