El Gran Premio de Las Vegas y su inolvidable caos de inicio de fin de semana

El Gran Premio de Las Vegas y su inolvidable caos de inicio de fin de semana

El Gran Premio de Las Vegas quedará marcado en la historia como uno de los inicios de fin de semana más caóticos que se recuerdan en el mundo de la Fórmula 1. Un incidente protagonizado por Carlos Sainz y la tapa de una alcantarilla desencadenó una serie de eventos que retrasaron la segunda sesión de entrenamientos en dos horas y media.

La prioridad número uno en cualquier carrera de Fórmula 1 es la seguridad de los pilotos, los aficionados y el personal involucrado. Después del incidente con la tapa de la alcantarilla, el Gran Premio de Las Vegas y la FIA tomaron medidas adicionales para asegurar la integridad de la pista. Esto implicó sellar todas las alcantarillas del circuito, un total de 150, antes de permitir que los autos volvieran a la pista.

Sin embargo, cuando faltaban solo treinta minutos para el reinicio de la sesión y ya eran las 2 de la madrugada en Las Vegas, se tomó la difícil decisión de desalojar las gradas con los aficionados que aún permanecían en ellas. Esta imagen de las gradas vacías durante los Libres 2 es inaudita en un evento de estas características.

Para empeorar la situación, las entradas para este Gran Premio han sido las más caras de la temporada, llegando a superar los 1.000 dólares. Los aficionados que invirtieron una cantidad considerable de dinero se quedaron sin poder presenciar la segunda sesión de entrenamientos. Aunque la Fórmula 1 aún no ha comentado sobre la posibilidad de reembolsos, su comunicado oficial no deja muchas esperanzas al respecto.

Los aficionados expresan su indignación ante esta situación, considerándola ridícula y decepcionante. Algunos viajaron desde Los Ángeles exclusivamente para presenciar la carrera y se sintieron engañados por esta serie de eventos inesperados.

En conclusión, el Gran Premio de Las Vegas se vio envuelto en un caos inesperado debido a un incidente con una alcantarilla. Aunque se tomaron medidas de seguridad adicionales, los aficionados tuvieron que abandonar las gradas sin poder disfrutar de la segunda sesión de entrenamientos. La incertidumbre sobre posibles reembolsos y compensaciones aún está presente, dejando a muchos fanáticos decepcionados y con un amargo sabor de boca.