Messi rescata al Inter Miami rumbo a la Copa América y se consagra como el mejor atleta del siglo XXI
El último baile de Lionel Messi con el Inter Miami antes de reportarse con la Selección Argentina para la Copa América fue un espectáculo de emociones encontradas, reflejando tanto la magia del astro como las carencias de su equipo. En un duelo disputado en el Chase Stadium, las Garzas igualaron 3-3 frente a St. Louis City, un resultado que, aunque mantiene al club en la cima de la Conferencia Este, expuso una vez más la fragilidad defensiva del plantel dirigido por Gerardo Martino. El capitán argentino jugó con la intensidad de una final, disipando cualquier duda sobre si guardaría energías para el torneo continental; marcó un gol, orquestó otro y fue el motor de un equipo que tuvo que remar contracorriente durante los noventa minutos.
Luces y sombras en el esquema de Martino
La dinámica del partido confirmó que el Inter Miami funciona como un rascacielos con cimientos de cristal: posee un ataque devastador pero una estructura defensiva alarmantemente inestable. El marcador se abrió con un golazo de volea de Chris Durkin para los visitantes, lo que provocó la impaciencia de la afición local y un cántico con acento sudamericano exigiendo más actitud. La respuesta de Messi fue inmediata y letal. Arrancando desde la derecha y buscando el perfil interior, conectó con Jordi Alba para luego fusilar con un zurdazo potente y colocado, decretando el empate transitorio y demostrando que su mente competitiva no conoce de amistosos ni de pausas.
Errores no forzados y la conexión Barcelona
Sin embargo, el equipo de la Florida mostró su peor cara en la salida del balón. Un pase comprometido de Tomás Avilés complicó a Benjamín Cremaschi, error que Vassilev capitalizó para el 2-1. Lejos de bajar los brazos, Messi volvió a cargar con el equipo, tejiendo una jugada que culminó con un centro rasante de Alba y la definición de Luis Suárez, un gol que evocó las mejores épocas del Barcelona. El drama continuó en el segundo tiempo cuando, en un intento desafortunado por despejar un córner, Suárez marcó en su propia puerta. Fue necesario otro destello de genialidad, esta vez un pase profundo de Gressel hacia Alba, para que el lateral español sellara el 3-3 definitivo, aunque el arquero Burki le negó a Messi lo que hubiese sido un gol olímpico y una victoria agónica.
El rey del deporte en el siglo XXI
Mientras Messi demostraba en la cancha que su compromiso es total, fuera de ella su legado recibía un reconocimiento monumental que trasciende el fútbol. Justo cuando nos acercamos al cierre del primer cuarto de siglo, el prestigioso medio canadiense Le Journal de Québec publicó su ranking de los mejores atletas del siglo XXI, colocando al argentino en la primera posición absoluta. Este listado no solo valora las estadísticas, sino el impacto cultural y la longevidad de los deportistas, situando a la “Pulga” por encima de leyendas del deporte norteamericano y mundial.
Superando a Brady y Phelps
La clasificación destaca la carrera de Messi como la definitiva de su generación, subrayando sus ocho Balones de Oro, las cuatro Champions League y, por supuesto, la Copa del Mundo de 2022. En el podio de esta lista de élite, Messi superó a Tom Brady, el siete veces ganador del Super Bowl, quien ocupó el segundo lugar, y a Michael Phelps, el olímpico más condecorado de la historia, que quedó tercero. Es un testimonio del peso específico que tiene el fútbol soccer a nivel global y de cómo la figura del rosarino ha logrado redefinir lo que significa ser un atleta dominante en la era moderna.
La comparativa con Cristiano Ronaldo
Un punto que ha generado debate en los medios deportivos es la ubicación de Cristiano Ronaldo en este escalafón. A pesar de ser el máximo goleador histórico y haber triunfado en múltiples ligas europeas, el portugués fue ubicado en el décimo puesto. El análisis sugiere que, aunque sus números son impresionantes, su impacto integral no alcanza las cotas de Messi o de otros atletas que lo superaron en la lista, como LeBron James, Serena Williams, Usain Bolt o Simone Biles. Así, mientras Messi viaja para defender el título continental con Argentina, lo hace no solo como el líder del Inter Miami, sino ratificado como el deportista más influyente de las últimas décadas.
